Tanto el cemento alisado como el microcemento son alternativas rápidas, de buen resultado y súper combinables para revestir los ambientes de la casa. La diferencia entre ambos no tiene que ver con la composición de cada uno sino con el proceso de aplicación. Veamos las cualidades y características de cada uno.
¿QUÉ ES EL MICROCEMENTO?
El espesor mínimo es de sólo 2mm, lo que evita levantar pisos existentes o tener que cortar bases de puertas o marcos.
Su terminación no corre riesgo de fisuras.
Consta de una capa cementicia con color de 1 a 2mm de espesor.
Se lo puede considerar casi un material de obra en seco, por la facilidad y rapidez de aplicación que es de hasta 50 m2 por día, sin grandes
trastornos ni desorden.
Puede colocarse como revestimiento de paredes, sobre azulejos o cerámicos, como revoque grueso y fino, mármol, sobre placas de yeso o cartón
yeso, hormigón a la vista, y muebles de madera en MDF. También en baños o cocinas como revestimiento de mesadas o bañeras.
No requiere de juntas de dilatación como el cemento alisado, lo que le da total libertad en el diseño.
Viene en una gran variedad de colores que son combinables entre sí o con otros materiales, como madera, cerámica y metales (como el acero).
Además admite diseños y formas con dibujos e incrustaciones que no permiten otros materiales.
Su mantenimiento es sencillo: se limpia con un trapo húmedo y cera.
¿QUÉ ES EL CEMENTO ALISADO?
El espesor mínimo recomendado es de 5cm cuando se confecciona directamente sobre la losa o el contrapiso, por este motivo no puede aplicarse directamente sobre pisos existentes, sino que hay
que retirarlos.
Consta de una losa de cemento gris o blanco fraguada in-situ a la que se le puede aplicar color con ferrites (sobre todo a las de base con cemento blanco). Se le pueden sumar aditivos como
endurecedores y plastificantes para un mejor resultado al fragüe y al uso. Las rajaduras se evitan al trabajar paños pequeños de 6m2 aproximadamente.
Para protegerlo se utiliza sellador al agua, cera acrílica o sellador acrílico, que se recomienda para incrementar su durabilidad. Para que su mantenimiento sea más simple pueden encerarse,
pulirse y hasta plastificarse.
Generalmente tienen un curado para que su terminación superficial sea más resistente a la suciedad. Este curado se puede realizar con cera siliconada que le otorga brillo y resistencia; se
limpia como los pisos que están plastificados, es decir, con un trapo húmedo.
Es un todoterreno de alta resistencia en depósitos, fábricas o estacionamientos.